Allô Operadora. Con "el-más-allá" por favor...

El presente artículo es la base del publicado en EXACTAmente N 18
Agosto de 2000

Guillermo Giménez de Castro
Centro de Rádio Astronomia e Aplicaçoes Espaciais
Instituto Presbiteriano Mackenzie
guigue@craam.mackenzie.br
São Paulo, Brasil

La tecnología muda el paisaje de todas las actividades humanas. Hasta los viejos y renombrados "mediums" de las prácticas espiritistas parece que perderán empleo. Hoy en día la "transcomunicación instrumental" (TCI) utiliza aparatos electrónicos para hablar con los espíritus. A pesar de ello, y como antaño, sus métodos no convencen a la ciencia.

Es un perogrullo decir que el único destino que nos es garantizado absolutamente es el de nuestra propia muerte. Quienes creen que ese no es el último acto en la vida de una persona, creen que existe una esencia, llamémosla alma, que perdura, que tal vez se reencarne en un otro cuerpo, o tal vez resucite en el mismo que lo habitó en vida. Después de las calamitosas derrotas en cuestiones como cosmología y evolución de las especies, las religiones se recluyeron en su propio campo de acción y realizaron un pacto dejando en manos de la ciencia aquellas áreas del conocimiento en las cuales se pudiera dar una respuesta objetiva. Se reservaron para sí mismas cuestiones relacionadas con la ética, la moral, el espíritu y las relaciones con el o los dioses en que cada una de ellas cree.

No es extraño entonces que en el siglo pasado, cuando se hacía más evidente la separación de la religión y la ciencia, hayan comenzado a aparecer diferentes organizaciones que intentan reunir ciencia y espíritu. Una de ellas es la espiritista. Las bases de la misma se encuentran en algunos libros escritos por Allan Kardec, publicados en torno de 1850, notablemente en su Doctrina de los Espíritus. Según él, las bases del espiritismo son la religión, la filosofía y la ciencia. Básicamente los espiritistas creen en las reencarnaciones sucesivas, mas, mientras el alma no regresa a este mundo, es capaz de comunicarse con los vivos. Esta comunicación es llamada transcomunicación.

La palabra espiritismo nos trae inmediatamente a la cabeza las imágenes de las sesiones realizadas a oscuras en salas cerradas, donde una persona intermedia la comunicación entre vivos y muertos, de allí su nombre de medium. Los asistentes están sentados en torno de una mesa, uno de ellos hace preguntas, las respuestas vienen en forma de movimientos de la mesa, o de las palabras del propio medium, que entró en trance. A pesar de que muchas veces los espiritistas declararon que esas sesiones eran absolutamente reales y que por lo tanto demostraban la existencia de vida después de la muerte, la falta de un ambiente adecuado para realizar un control objetivo fue el obstáculo mayor para la aceptación de tales evidencias. El espiritismo sin embargo, continuó su camino sin más, y en algunos lugares sus centros de reunión se hacen llamar Escuelas Científicas.

En los últimos años una rama del espiritismo se ha dedicado a utilizar otras técnicas mediúnicas. Por ejemplo, durante una reunión se coloca un grabador abierto. La reunión transcurre normalmente. Acabada la misma se escucha la cinta y de repente se comprueba la existencia de voces ajenas a los participantes, y que ellos interpretan como mensajes que vienen de los espíritus. Han empleado también equipos de radio desintonizados ex profeso, o receptores de TV, también fuera de toda sintonía. Otras formas de comunicación han sido los contestadores automáticos de teléfono, tanto los de cinta, como los que proveen las compañías telefónicas. Para separarse de los ortodoxos que utilizan personas como intermediarios, estos espiritistas llaman esta comunicación como Transcomunicación Instrumental (TCI). Ellos alegan que es la demostración final de la existencia de vida después de la muerte, creen que la ciencia se postrará frente a sus evidencias y que una nueva ciencia nacerá a partir de estos descubrimientos irrefutables.

FIGURA 1
Transimagen, o sea, imagen de un espíritu. La interpretación, queda liberada a la imaginación del lector.

¿Cuáles son estas evidencias irrebatibles? Comencemos por las más simples. Como mencionamos antes, usando un receptor de televisión blanco y negro fuera de sintonía, registran con una cámara de video las imágenes, aquella neblina de puntos que se mueven sin ton ni son y que todos conocemos muy bien. Las imágenes son digitalizadas y almacenadas en computadoras. Posteriormente son procesadas. Aunque ellos no lo dicen explicitamente algunos filtros deben ser empleados para hacer los puntos más redondeados. Cada cuadro es luego analizado, ampliándolo y buscando en él formas reconocibles. Un ejemplo, tomado del site oficial (http://www.geocities.com/ant-tci) de los transcomunicadores instrumentales brasileños está en la Figura 1. Los espiritistas pasan horas identificando en difusas imágenes como esta, rostros humanos, caras de animales, etc, en un ejercicio que se parece más a un test de manchas psicológico. Es evidente, sin embargo, que la figura más reconocida es el rostro humano, dos puntos oscuros, en cualquier posición, más un tercero aproximadamente debajo y en el medio de estos inmediatamente nos trae un aire a rostro familiar. En la Home Page de los espiritistas puede encontrarse también una figura que al mismo tiempo es interpretada como un oso y un león. (Como si esto fuera poco, después agregan a un perrito.) En la Figura 2, se muestra el descubrimiento espiritista. Más abajo, uno de mi cosecha, el rostro de un bebé. Lo interesante de este último es que lo encontré no en la neblina de mi TV descompuesto, sino en wall paper del sistema de ventanas de mi computadora. A no ser que los espíritus hayan encontrado una nueva forma de comunicación, yo diría que las probabilidades de hallar patrones reconocibles en manchas difusas, es muy grande.Dejo al lector como ejercicio otras interpretaciones posibles, es más, cualquiera que halle, le pido que me la comunique a travez de un e-mail. Yo demoré 5 minutos en encontraf esta, y en el mismo lapso mi esposa encontró otras dos.

FIGURA 2
Arriba. En el centro la transimagen original, a los lados los dos animales reconocidos. Abajo A izquierda la imagen original, a derecha, el rostro humano que hallé en un wall paper del sistema de ventanas de mi computadora (KDE v1.1, Linux).

Las otras pruebas testimoniales son los audios, como ya dijimos. En el site antes mencionado se pueden encontrar algunas muestras, incluyendo resultados de tests de comparación de las voces. Por ejemplo, Zilda Monteiro afirma comunicarse con su difunto esposo (Edson). Fueron enviados trozos de grabaciones de Edson vivo y muerto al Dr. Alessandro Pecci de la Universidad de São Paulo (USP) quien llega a la conclusión de que ambas voces probablemente corresponden a la misma persona. La demostración es evidentemente inútil, ya que lo que debemos probar primero es como se registraron los sonidos transcomunicados.

Einstein acuñó la famosa frase: "sutil es el Señor" queriendo decir que es difícil muchas veces arrancarle secretos a la naturaleza. Yo agrego: astuto es el Hombre. La naturaleza sin voluntad propia, es incapaz de colocar trampas en el camino de un investigador. Pero los hombres, sea por deslealtad, sea por un convencimiento profundo en sus ideas, son capaces de alterar cualquier prueba. Hoy en día con los medios técnicos que existe, es posible crear artificialmente cualquiera de las pruebas audiovisuales que los espiritistas modernos nos muestran, incluyendo los audios inversos, sonidos que sólo son comprendidos cuando se invierte el sentido de reproducción.

Por supuesto que ellos están totalmente confiados en sus pruebas y afirman tener convenios con centros de investigación reputados. En su site, apenas se comenta que un laboratorio de la USP hace los análisis auditivos; sin otra referencia lo más probable es que se trate de una relación comercial apenas. Con mucho estruendo anuncian un acuerdo de cooperación científica entre dos instituciones ilustremente desconocidas. Una de ellas contando con el mérito de haber sido creada por el astronauta E. Mitchell que caminó sobre la Luna y que ahora se dedica a intentar demostrar la existencia de vida después de la muerte. A lo largo de toda la literatura de los espritistas instrumentales, se hace referencia a los científicos que quedan deslumbrados por las nuevas evidencias. Pero nunca se menciona quienes son, ni donde trabajan. En definitiva, eso tampoco sería demostración. Los seres más incautos, son justamente los científicos.

Hasta que los espiritistas no formulen protocolos claros, objetivos, y se sometan a ellos con el único interés de confirmar o no sus creencias, sus palabras seguirán siendo huecas. A pesar de 150 años el espiritismo no pasa de una creencia más, su cientificismo es retórico, sus pruebas inexistentes. El hombre, por ahora, seguirá con su dolor existencial. Al menos la ciencia no tiene respuestas para sus angustias.