La Nueva Era de las piedras Mágicas

Guillermo Giménez de Castro
Investigación periodística: Armando Doria

Si Ud. Tiene un dolorcito en algún lugar, el estómago indispuesto o el corazón agitado, coloque contra él un pedazo de cristal de roca. El dispersará la tensión y las vibraciones anarmónicas«. Esta es una frase típica del repertorio terapéutico de la llamada Gemoterapia, una autoproclamada disciplina que se dice capaz de competir con las terapias clínicas, aceptadas por la ciencia. »Lleve su piedra favorita a la cama. Fuerzas invisibles, pero perceptibles, lo rodearán a Ud. E irradiarán el lugar donde se encuentra« afirman sus devotos seguidores. La Nueva Era ha resucitado una creencia tan antigua como la misma humanidad, aquella que afirma que las piedras ejercen poderes mágicos e invisibles sobre las personas, sus destinos, su estado emocional, afectivo y físico.

Es que las piedras han sido siempre un imán de atracción para la contemplación del hombre. La naturaleza es pródiga en formas, colores y texturas para estos objetos inanimados. Cualquiera ha sentido satisfacción en recolectar piedras. Y en tiempos remotos, cuando la naturaleza estaba más al alcance de las manos curiosas se desarrolló una trama de símbolos y significados para cada una de ellas. Durante siglos se pensó, por ejemplo, que el cristal de roca, tan bello en su transparencia, era en realidad agua solidificada (hielo) que había perdido su capacidad para volverse líquida. Algunas relaciones fueron sencillas, los colores debían representar algun otro objeto conocido, terrestre o celeste. Así, una piedra roja, como el rubí, se relaciona inmediatamente con el corazón y la sangre, mientras que una amarilla, como el diamante amarillo, debe actuar sobre el hígado. El rosa , del cuarzo rosa, ayuda a despertar sentimientos tiernos, como el amor, lo cual lo relaciona con el planeta Venus, planeta considerado del amor por los astrólogos.

La lista es larguísima, basta entrar en cualquier negocio de ventas de piedras y pedir un catálogo sólo para comprobar que hay piedras que son capaces de prevenir el aborto natural (rubí), los problemas de la audición (ágata), el daltonismo (amatista, y esto sí que es interesante ya que el daltonismo tiene un origen genético) y que la esmeralda torna la mente más ágil y mejora la memoria, el ágata nos da vitalidad y elocuencia y hasta nos permitirá encontrar tesoros! Al leer estas indicaciones da la sensación de que con sólo tener cerca nuestro la colección más completa de piedras posibles alcanzaríamos la plenitud de nuestra realización personal, tanto física como espiritual.

La pregunta que siempre nos formulamos es si existe alguna razón que justifique las afirmaciones anteriores. O si sólo se trata de creencias. En este último caso, no abrimos juicio de las mismas, ya que escapan absolutamente al orden que compete a la ciencia.

En general es muy difícil hallar justificaciones razonadas. Los libros de gemoterapia tan sólo se encargan de referir la piedra, describirla y dar sus propiedades sin importarles los porqués. Algunos, apenas, citan antecedentes que se remontan al Egipto faraónico, la antigua India o la cultura medioeval. De todo ello es difícil poder armar un razonamiento.

Pero en medio de tanto discurso mágico se escapan, de vez en vez, ciertas reflexiones que pretenden ser científicas. Según Mellie Uyldert (A magia das pedras preciosas, 15ta edición, 1998, Ed. Pensamento, São Paulo, Brasil), las »base verdadera de toda cura natural« debe ser buscada en la Astrología. No esperamos encontrar mucha racionalidad en la astrología, así que podemos descartar este aviso. Pero más adelante (Pag. 9) Uylder hace un paralelo entre la evolución del feto en el útero materno y el que sufrió la Tierra en su proceso de solidifcación. Según la autora, la formación de la piel, las uñas, el pelo, los dientes es asimilable a un proceso de condesación y compactación, donde se separan las »aguas« (de la bolsa donde se aloja el feto) de la materia dura de una manera similar a como en el Génesis, se cuenta que Dios separó las aguas de las Tierras en una de las primeras jornadas de su tarea. Ya vemos que no alcanza con las astrología, además se empieza a precisar del Antiguo Testamento. Por otro lado, la similitud de esos dos procesos (aceptando la historia biblíca) es artificiosa. Dentro del útero no se produce separación, sino un crecimiento, la reproducción celular que va agrandando cada vez más al futuro bebé. Esta supuesta similaridad de procesos es la que justifica, según Uyldert, una comunicación especial entre hombre y piedra, siendo que algunas de estas cuentan con sentidos humanos como la audición, la visión, etc .

Cómo se produce la acción de las fuerzas ejercidas por las piedras sobre el hombre? La explicación, según la autora citada anteriormente, viene más adelante (resaltados en el original):

"Además de poseer una centella espritual en su corazón, un alma y un cuerpo físico, el hombre posee un cuerpo más fino y etéreo, el cuerpo sutil con líneas de fuerza eléctrica y magnética que circulan por su interior. Los ocultistas ya lo conocían desde hace mucho tiempo, los clarividentes ya lo vieron y ahora la ciencia lo descubrió. Las líneas de fuerza pasan por transformadores en estados ascendentes, más refinadas en ese proceso y con modificaciones en el potencial. A nivel del abdomen está aquello que podemos llamar de fuerza vida del pecho a la base de la nariz la fuerza alma y encima de él la fuerza espíritu . Esos transformadores corresponden a las glándulas endócrinas del cuerpo físico. De una manera semejante encontramos corrientes eléctricas asociadas a los nervios y corrientes magnéticas ligadas a los vasos sanguíneos. [...] Las piedras preciosas colocadas en algunos de esos cetros de poder representan los transformadores y actúan como tales.[...] Las fuerzas planetarias convergen para un foco en los transformadores tanto en nuestros cuerpos sutiles como en las glándulas endócrinas de nuestros cuerpos físicos.[...]. Los transformadores pueden ser fortalecidos con el uso de determinadas gemas sobre las partes apropiadas del cuerpo".

El texto anterior fue tomado del Cap. 7 (Las piedras viven en nosotros) del libro antecitado y significan toda una revelación. En primer lugar porque nos enteramos que hay líneas de fuerza magnética que fluyen junto con la sangre (un absurdo) y que éstas y las líneas de fuerza eléctricas de los nervios (por los nervios en realidad circula una suerte de corriente eléctrica, no hay líneas de fuerza en ellos) son refinadas (?) y modificadas en el potencial (?) por unos transformadores (que ya no sabemos si se refiere a los clásicos transformadores eléctricos) ubicados en las glándulas endócrinas del cuerpo humano (?). Aún más, sobre las glándulas convergen unas fuerzas planetarias (que aparentemente no son ni eléctricas ni magnéticas) y también sobre las piedras que simbolizan esas glándulas y que fortalecen la acción de las mismas.

Como siempre nos preguntamos el porqué de esa jerga que emplea elementos bien definidos de la ciencia moderna, como líneas de fuerza magnéticas / eléctrica, y la acción de las glándulas endócrinas mezclada, con otra más propia del ambiente ocultita. Toda la disquisición anterior no tiene ningún sentido dentro la ciencia, es imposible de razonar en esos términos. Si la discusión se cerrara dentro del ambiente mágico, ocultista, o como se lo quiera dar en llamar, aceptamos la decisión personal de quien prefiere la creencia a la demostración. Pero aparentemente, precisan de una cierta seguridad científica para mantener sus creencias. Allí transgreden las fronteras y son pasibles de la crítica científica.

Por suerte, las piedras, bellas por si mismas, no requieren de estos dislates seudocientíficos para brillar con luz propia.

El negocio de las piedras

Además de los vendedores callejeros y de ferias públicas, las piedras pueden ser adquiridas en negocios establecidos y de importante monta. En el barrio de Belgrano, en la ciudad de Buenos Aires, existe uno de ellos que además cuenta con un local cercano de Capacitación Profesional que se extiende a lo alto de tres pisos de un edificio. Por supuesto que estos negocios no se especializan en un solo tipo de productos sino que venden además todos aquellos relacionados con la Nueva Era. Este negocio cuenta hasta con una tarotista de guardia.

Los clientes que buscan piedras son de dos tipos. Por un lado, los más frecuentes, son aquellos que vienen a comprar los minerales que le recomendó su terapeuta y están especificamente determinados para tal o cual problema energético. Por otro lado, están aquellos que compran los minerales con fines ornamentales, para ser colocados en colgantes o llaveros.

En cuanto a los precios, los hay en una gama muy amplia y depende básicamente de 3 parámetros: tipo de piedra, peso y forma; hallándose entonces piedras en bruto, o talladas como pirámides, obeliscos, esferas, flores o animales. Algunos precios:

  • Cuarzo bruto de aprox. 300 grs. $20, de 1 kg $170.
  • Pirita del tamaño de un canto rodado $8.
  • Jade como canto rodado $5.
  • Amatista de aprox. 1,5 kg. $300.
  • Colibrí hecho con cuarzo, jaspe y crisocola (tamaño natural) $35.

Por otro lado se encastran piedras en anillos y collares. Eso sí, acólitos, a tener cuidado, nunca ponerlos en recipientes sintéticos (plásticos). Y si se tienen problemas localizados, se puede colocar la piedra en una bolsita de gaza fina y coserla debajo de la ropa próximo al lugar enfermo.


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